Me explico. Dos frases nos interpelan: “Si no lo veo no lo creo” y “creer es crear”. Entre el espacio existente entre las dos frases se desarrolla el éxito o no de un procedimiento de mediación. Quien está legitimado para mediar tiene el poder, decimos los mediadores. Pero no solo lo decimos si no que nos lo creemos, tenemos y vivimos con esa convicción.